Parque Nacional y Reserva de la Biosfera
Cigueña Negra
El Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe es uno de los espacios naturales protegidos más representativos y menos alterado del bosque mediterráneo constituyendo uno de los últimos ecosistemas originales de Europa con 10.000 ha continuas de bosque mediterráneo.
A vista de pájaro, Monfragüe es un mar de encinas y alcornoques con dos grandes cursos fluviales en el centro, el Tiétar y el Tajo. A ambos lados de estas venas fluviales, se suceden una serie de pequeñas montañas que no sobrepasan los 800 metros de altitud.
Río Tajo
La existencia de dos áreas claramente diferenciadas, un monte mediterráneo cerrado y amplias dehesas que le rodean, convierten a Monfragüe en el principal refugio de la fauna mediterránea y propician la existencia de una biodiversidad con un interés científico y cultural especial e inigualable.
La historia de la protección de estos parajes se remonta al año 1.979 en el que se declara el Parque Natural de Monfragüe, con una extensión de 18.396 ha.
La declaración de Monfragüe como Parque Nacional se justifica fundamentalmente por la necesidad de protección de un ecosistema tan representativo de la península como es el monte y matorral mediterráneo y de multitud de especies emblemáticas amenazadas que encuentran aquí un hábitat óptimo; sin olvidar otros factores, como el interés de sus formaciones geológicas, la elevada biodiversidad o el mantenimiento de los aprovechamientos tradicionales que contribuyen a conformar una región única y destacable.
Dehesa de alcornoques
La figura de Reserva de la Biosfera que otorga la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a través del Programa Hombre y Biosfera supone un reconocimiento específico de la relación que en un espacio existe entre sus habitantes y el medio. En Monfragüe, una región que ha sido habitada por multitud de pueblos desde la prehistoria, esta relación se ha mantenido hasta nuestros días encontrando su máximo exponente en las amplias dehesas que rodean al Parque Nacional. El mantenimiento de los usos y aprovechamientos tradicionales junto con la conservación de los extraordinarios valores naturales de la zona se debe a la actividad de sus pobladores y es lo que hace a Monfragüe merecedor de este reconocimiento internacional desde julio del 2.003.